Ficha Limpia cae y CFK despliega su abanico: silencio táctico y múltiples caminos hacia el poder
La reciente caída del proyecto de ley "Ficha Limpia" en la Legislatura bonaerense ha reconfigurado el tablero político, abriendo un abanico de posibilidades para Cristina Fernández de Kirchner (CFK) en el año electoral. Con la puerta abierta a candidaturas que antes parecían vedadas, la ex presidenta se encuentra en una posición estratégica, manejando los hilos del peronismo con su característico silencio táctico.

La derrota de "Ficha Limpia", impulsada por sectores de la oposición, despeja el camino para que CFK pueda optar por tres escenarios posibles: una candidatura a senadora nacional, una postulación a diputada nacional o, incluso, la posibilidad de encabezar la fórmula presidencial. Este abanico de opciones le otorga un margen de maniobra considerable, permitiéndole jugar con la incertidumbre y mantener en vilo a sus adversarios y aliados.
El silencio de CFK, lejos de ser un signo de debilidad, se interpreta como una estrategia calculada para maximizar su influencia. Mientras el peronismo contiene la respiración, la ex presidenta guarda sus cartas, dejando que la especulación y las internas jueguen a su favor.
En este contexto, la relación con el gobernador Axel Kicillof se convierte en un factor clave. Si bien las versiones sobre tensiones entre ambos persisten, la necesidad de unidad frente a un escenario electoral complejo parece imponer una tregua momentánea. La reaparición pública de CFK, tras un período de bajo perfil, se lee como un intento de enviar señales de fortaleza y cohesión al interior del peronismo.
La caída de "Ficha Limpia" ha transformado el año electoral en un terreno fértil para la especulación y las maniobras políticas. CFK, con su silencio elocuente y su abanico de posibilidades, se posiciona como la figura central de este juego, manteniendo en vilo a un país que observa con atención cada uno de sus movimientos.