El fin de una era: el PRO se hunde en la Ciudad y la derecha porteña tiembla

La hegemonía del PRO en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se hizo añicos en las recientes elecciones, un terremoto político que sacude los cimientos de parte de la derecha argentina.

El fin de una era: el PRO se hunde en la Ciudad y la derecha porteña tiembla

Por primera vez desde su fundación, el partido de Mauricio Macri no solo no ganó en ninguna comuna, sino que quedó relegado a un humillante tercer puesto, con un raquítico 16% de los votos. Una debacle sin precedentes que deja al descubierto la fragilidad de un proyecto político construido sobre la base del marketing y la promesa de eficiencia, pero que ha demostrado su incapacidad para resolver los problemas reales de los porteños.

El búnker del PRO fue un velorio anticipado, con caras largas y un silencio sepulcral. La caída estrepitosa del partido es un claro rechazo a sus políticas de ajuste, privatizaciones y desprecio por lo público. El electorado porteño, harto de la gentrificación, el aumento de los alquileres y la falta de inversión en educación y salud, le dio la espalda a un modelo que solo beneficia a los sectores más privilegiados.

Jorge Macri, el heredero designado, enfrenta ahora un panorama sombrío. La Legislatura porteña, antes un bastión inexpugnable del PRO, se fragmenta, obligándolo a negociar con fuerzas políticas que representan intereses diversos y antagónicos. La derecha porteña, acostumbrada a gobernar sin contrapesos, deberá aprender a dialogar y ceder, o arriesgarse a una mayor pérdida de poder.