Aumentan un 34% los Gastos en Pasajes y Viáticos del Senado: Reclamos por Transparencia y Austeridad
El Senado de la Nación vuelve a estar en el centro del debate público tras la revelación de un aumento del 34% en los gastos destinados a pasajes y viáticos durante el primer tramo de 2024, en comparación con el mismo período del año anterior.

Buenos Aires – La cifra, que asciende a $5.412 millones, ha generado fuertes cuestionamientos sobre la eficiencia en el uso de los recursos públicos y la necesidad de una mayor transparencia por parte del Poder Legislativo.
El informe publicado por Infobae detalla que el Senado celebró en lo que va del año 12 sesiones, frente a las 8 que se realizaron en 2023. Si bien un mayor nivel de actividad parlamentaria puede implicar un incremento en los costos operativos, el aumento proporcional del 34% en viáticos y traslados ha despertado inquietud sobre si este crecimiento en el gasto está debidamente justificado.
En un contexto económico nacional marcado por la inflación, la recesión y los pedidos de ajuste dirigidos a toda la sociedad, el dato resulta particularmente sensible. La ciudadanía enfrenta aumentos en servicios, transporte y alimentos, mientras se le exige mayor esfuerzo y paciencia. Frente a este escenario, que el Senado incremente de forma tan significativa sus gastos genera una sensación de desconexión con la realidad que viven millones de argentinos.
Las preguntas que surgen son inevitables: ¿Hubo un aumento extraordinario en los costos de pasajes y alojamiento? ¿La logística de las sesiones se manejó de forma eficiente? ¿Se están aplicando criterios de austeridad acordes con el momento que vive el país? Aún no hay respuestas oficiales claras que disipen estas dudas.
Además, duplicar la cantidad de sesiones no debería implicar necesariamente un aumento desproporcionado en los costos asociados. Es esperable que se trabaje en la optimización de recursos: agrupamiento de reuniones, uso eficiente del transporte y alojamiento, e incluso una mayor utilización de herramientas digitales cuando sea posible.
Este episodio se suma a otros cuestionamientos recientes sobre los gastos del Congreso, alimentando el escepticismo y la desconfianza de la población hacia sus representantes. La transparencia, en este marco, se vuelve no solo un imperativo ético, sino una condición esencial para preservar la legitimidad institucional.
Especialistas en gestión pública y organizaciones de la sociedad civil ya están reclamando una auditoría interna detallada que determine las causas del incremento y proponga medidas correctivas concretas. Desde diversos sectores se insiste en que los legisladores deben dar el ejemplo en materia de responsabilidad fiscal, especialmente cuando al resto de la población se le pide que ajuste su presupuesto.
En definitiva, el aumento del 34% en el gasto de pasajes y viáticos del Senado exige una explicación pública clara y precisa. La credibilidad del Poder Legislativo, ya golpeada por otros episodios de ineficiencia o despilfarro, está nuevamente en juego. La ciudadanía no solo merece saber en qué se gasta su dinero, sino también tener la certeza de que se lo hace con responsabilidad, austeridad y criterio.