¡Alarma en la Ciencia Argentina! La Fundación Cercana a Milei y Benegas Lynch (h) Amenaza el CONICET
Un fantasma recorre los pasillos de la ciencia argentina: el de la precarización y el desmantelamiento. Un documento alarmante, emanado de una fundación estrechamente vinculada al gobierno de Javier Milei y que cuenta con Alberto Benegas Lynch (h) como presidente de su consejo académico, ha encendido todas las alarmas en la comunidad científica.

El proyecto en cuestión propone una reforma radical del CONICET, el organismo científico-tecnológico más importante del país, que de implementarse, asestaría un golpe mortal a la investigación y el desarrollo nacional.
El Asalto a la Carrera del Investigador: Una Sentencia de Muerte para la Ciencia Soberana
La médula de la propuesta es la eliminación de la carrera del investigador, un pilar fundamental que garantiza la estabilidad y la continuidad de los proyectos científicos a largo plazo. En su lugar, el plan sugiere reemplazarla por contratos atados a proyectos de corto plazo. Esta medida, celebrada por la derecha más recalcitrante como una "modernización", no es más que una privatización encubierta y una condena a la precariedad para miles de científicas y científicos.
¿Qué implica esto en la práctica? La investigación básica, aquella que no tiene una aplicación comercial inmediata, pero es vital para el avance del conocimiento y la soberanía tecnológica, quedaría desahuciada. Los investigadores se verían obligados a competir constantemente por fondos, supeditando sus líneas de trabajo a los intereses de empresas o corporaciones, en lugar de a las necesidades reales del país. La ciencia dejaría de ser un bien público para convertirse en una mercancía más, sujeta a los caprichos del mercado.
Benegas Lynch (h) y la Ideología del Ajuste Científico
La presencia de Alberto Benegas Lynch (h) en la presidencia del consejo académico de esta fundación no es casual. Referente ideológico del presidente Milei y abanderado de las ideas ultraliberales, Benegas Lynch (h) ha manifestado en reiteradas ocasiones su desprecio por la inversión estatal en ciencia y tecnología, considerándola un "gasto" y no una inversión estratégica. Esta visión retrógrada, que busca desmantelar todo lo que suene a lo público, encuentra en el CONICET un objetivo primordial.
El proyecto de reforma, lejos de ser una iniciativa para "mejorar" el sistema, es un ataque ideológico directo a la concepción de una ciencia al servicio del pueblo y no del capital. Es la materialización de la lógica del "ajuste" y la "motosierra" en un ámbito crucial para el desarrollo nacional.
Un Golpe a la Soberanía y el Futuro de Argentina
La comunidad científica argentina ha reaccionado con indignación y preocupación. Voces de todas las disciplinas advierten que esta reforma sería un golpe mortal para el organismo y para la ciencia local en su conjunto. No se trata solo de la pérdida de puestos de trabajo o de la precarización laboral, sino de la destrucción de décadas de construcción de capacidades, de redes de investigación y de un ecosistema científico que ha posicionado a Argentina como un referente en la región.
Eliminar la carrera del investigador, atar la financiación a la lógica del mercado y desfinanciar la investigación básica es, en definitiva, hipotecar el futuro de Argentina. Es renunciar a la posibilidad de generar conocimiento propio, de desarrollar soluciones a nuestros problemas y de ser actores relevantes en el escenario global.
Frente a esta embestida, la defensa del CONICET y de la ciencia pública no es solo una cuestión de gremios o de científicos, sino una lucha por la soberanía nacional y por el derecho a un futuro con desarrollo y autonomía. La movilización y la unidad serán, una vez más, las únicas herramientas para frenar este ataque contra el saber y el progreso del pueblo argentino.