Las anclas de Milei: geopolítica y ajuste brutal, los pilares de una estabilidad ficticia

El gobierno de Javier Milei celebra con bombos y platillos la aparente estabilidad macroeconómica alcanzada, pero oculta deliberadamente las verdades incómodas que sostienen este frágil equilibrio. Lejos de ser el resultado de una gestión virtuosa, las "anclas" de Milei se asientan sobre pilares profundamente cuestionables: la geopolítica y el brutal ajuste que recae sobre los ingresos de la clase trabajadora.

Las anclas de Milei: geopolítica y ajuste brutal, los pilares de una estabilidad ficticia
Credito Imagen: Los Angeles times

La tan pregonada estabilidad cambiaria y la desaceleración de la inflación no son producto de políticas económicas sólidas y sostenibles, sino de factores externos que escapan al control del gobierno. La coyuntura geopolítica internacional, marcada por la guerra en Ucrania y la reconfiguración de los equilibrios globales, ha generado un flujo de divisas que ha permitido apuntalar artificialmente el peso. Esta "ancla" geopolítica, sin embargo, es volátil y efímera, y podría desvanecerse ante cualquier cambio en el escenario internacional.

Pero la verdadera ancla de Milei, la que garantiza la estabilidad a costa del sufrimiento del pueblo, es el feroz ajuste que pulveriza los ingresos de los argentinos. La licuación de salarios y jubilaciones, el desmantelamiento de los servicios públicos y el recorte salvaje del gasto social son los pilares de una política económica que solo beneficia a los sectores más concentrados del poder económico.

Mientras el gobierno celebra la caída de la inflación, millones de argentinos luchan por llegar a fin de mes, sumidos en la pobreza y la desesperación. La "estabilidad" de Milei se construye sobre la base de la desigualdad y la exclusión, condenando a las mayorías populares a una vida de privaciones y penurias.

Es hora de desenmascarar la farsa de la estabilidad mileísta y denunciar las verdaderas anclas que sostienen este modelo: la dependencia de factores externos y el sacrificio de los ingresos de la clase trabajadora. Un modelo que solo garantiza la prosperidad de unos pocos a costa del sufrimiento de muchos.