Milei abre las puertas al lavado: la dolarización sin control como salvavidas para la fuga

El gobierno de Javier Milei, en su afán por dolarizar la economía, avanza con un plan que levanta serias sospechas: permitir el uso de dólares "del colchón" sin preguntar su origen. Bajo el lema "no importa de dónde los sacaron", el equipo económico trabaja contrarreloj para diseñar un marco legal que eluda las normativas antilavado, abriendo las puertas a una gigantesca operación de blanqueo de capitales.

Milei abre las puertas al lavado: la dolarización sin control como salvavidas para la fuga

Esta medida, disfrazada de solución a la falta de divisas, representa un peligroso retroceso en la lucha contra el crimen organizado y la corrupción. Al eliminar los controles sobre el origen de los fondos, el gobierno facilita la entrada de dinero proveniente de actividades ilícitas, como el narcotráfico, la trata de personas y la evasión fiscal.

"Es un escándalo", denuncia Juan Pablo Rodríguez, economista y miembro de una organización de lucha contra la corrupción. "Esta medida no solo legitima el dinero sucio, sino que también premia a quienes se beneficiaron de la especulación y la fuga de capitales durante años. Milei está abriendo las puertas a un gigantesco lavado de dinero".

La falta de transparencia en el origen de los dólares "del colchón" genera un manto de sospecha sobre quiénes serán los principales beneficiarios de esta medida. Sectores ligados al poder económico, que históricamente han utilizado la fuga de capitales como mecanismo de enriquecimiento, podrían encontrar en esta dolarización sin control una oportunidad para blanquear sus fortunas mal habidas.

Además, la medida podría generar una competencia desleal con aquellos que cumplen con las normativas fiscales y antilavado, perjudicando a la economía formal y fomentando la informalidad.

"El gobierno de Milei está premiando la ilegalidad y la especulación", afirma Laura Pérez, abogada especialista en delitos financieros. "Esta medida es un retroceso en la lucha contra la corrupción y un ataque a la transparencia y la equidad".

La dolarización sin control, lejos de ser una solución a los problemas económicos del país, representa un peligroso retroceso institucional y un guiño a los sectores más oscuros de la economía. El gobierno de Milei, con su discurso libertario, parece dispuesto a sacrificar la transparencia y la justicia en aras de un modelo económico que beneficia a unos pocos a costa del bienestar de la mayoría.