Avance contra los trabajadores: El Gobierno desactiva el derecho a huelga y la CGT va a la Justicia

El gobierno nacional ha asestado un nuevo golpe a los derechos de los trabajadores, desactivando de facto el derecho a huelga mediante una ampliación casi total de los rubros considerados "actividades esenciales". Esta medida, que retoma y profundiza restricciones ya declaradas inconstitucionales en el apartado laboral del DNU 70/23, busca maniatar el poder de lucha de los gremios y desarticular cualquier resistencia popular al ajuste. La Confederación General del Trabajo (CGT) ha respondido anunciando que recurrirá a la Justicia para frenar esta embestida antisindical.

Avance contra los trabajadores: El Gobierno desactiva el derecho a huelga y la CGT va a la Justicia
Credito Imagen: Diario Rio Negro

La decisión gubernamental representa un ataque frontal a la clase trabajadora y a la democracia misma. Al expandir de manera arbitraria y desmedida el concepto de "esencialidad", el Ejecutivo pretende criminalizar la protesta social y anular una de las herramientas más fundamentales de los trabajadores para defender sus condiciones de vida y de trabajo. Es una estrategia clara para desmovilizar y desorganizar a los sectores que resisten las políticas de precarización y empobrecimiento.

Desde esta perspectiva, la medida no es aislada. Se enmarca en una ofensiva neoliberal que busca desmantelar los derechos laborales conquistados a lo largo de décadas de lucha, flexibilizar el mercado de trabajo y reducir los costos laborales para beneficiar a los grandes grupos económicos. La intención es clara: disciplinar a la fuerza laboral y asegurar la rentabilidad del capital a costa del bienestar de la mayoría.

La respuesta de la CGT de llevar el tema a la Justicia es una acción necesaria, pero la batalla por el derecho a huelga y la defensa de los derechos laborales deberá librarse también en las calles y en la unidad de todos los sectores oprimidos. La historia demuestra que los avances sociales no se consiguen en los tribunales, sino a través de la organización, la movilización y la solidaridad de clase.

Este nuevo avasallamiento del gobierno demuestra su desprecio por los derechos de los trabajadores y su compromiso con los intereses de una minoría privilegiada. Es hora de que los gremios, las organizaciones sociales y los partidos populares profundicen la articulación para enfrentar esta avanzada y defender con firmeza cada conquista social. El derecho a huelga no es un privilegio, es una herramienta irrenunciable en la defensa de la dignidad de la clase trabajadora.