Triunfo Amargo de la Ultraderecha: Milei Gana la Presidencia, Pero el Congreso es un Campo de Batalla para el Ajuste
Triunfo Amargo de la Ultraderecha: Milei Gana la Presidencia, Pero el Congreso es un Campo de Batalla para el Ajuste
La victoria electoral de Javier Milei en el balotaje, si bien otorga a La Libertad Avanza (LLA) la llave de la Casa Rosada, desnuda una debilidad estructural que será el talón de Aquiles de su plan de shock capitalista: la falta de mayoría propia en el Congreso. El nuevo gobierno se verá obligado a mendigar apoyos entre los sectores tradicionales de la burguesía y la casta política para imponer su agenda de reformas antisociales.
El revés para la clase dominante reside en que, a pesar de la euforia y la legitimación obtenida en las urnas, LLA se encuentra muy lejos de los números necesarios para garantizar el quórum y la aprobación de sus leyes más disruptivas.
En la Cámara de Diputados, la bancada "libertaria" se ampliará, pero solo alcanzará una cifra cercana a los 82 escaños, quedando a una distancia sideral de los 129 necesarios para el quórum propio. En el Senado, la situación es incluso más precaria: LLA sumó un salto importante, pero sus 13 bancas la dejan muy lejos del quórum de 37.
El Peronismo Retrocede, Pero No Se Rinde
El peronismo, que bajo el sello de Fuerza Patria sostuvo la primera minoría en ambas cámaras pese a la derrota presidencial, pierde "poder de fuego" pero mantiene una capacidad de bloqueo fundamental. En esta nueva etapa, el (ex)oficialismo enfrenta el dilema de si jugará el rol de "oposición responsable" (facilitando el ajuste para salvar la gobernabilidad capitalista) o si utilizará su peso legislativo como una herramienta de negociación y resistencia.
La política de Fuerza Patria será clave: si se pliega al "Pacto de la Moncloa" criollo que promueve la burguesía, el ajuste pasará sin mayores sobresaltos. Si opta por una oposición real, podría forzar a Milei a apoyarse casi exclusivamente en las bancadas de Juntos por el Cambio (JxC) y los bloques provinciales.
La Rosada Condenada a Pactar con la "Casta"
La agenda de "reformas estructurales" que anunció Milei —dolarización, privatización de empresas estatales, reforma laboral regresiva y un ajuste fiscal sin precedentes— depende enteramente de la capacidad de tejer alianzas con la "casta" que prometió destruir.
Los votos que necesita LLA no vendrán de las masas explotadas, sino de los partidos patronales que representan los intereses de las corporaciones: el PRO, la UCR y los gobernadores provinciales (los "feudos" que tanto denostó). La clave de la gobernabilidad de Milei estará en el "interbloque" de la derecha, un conglomerado de partidos que solo se unificará bajo la amenaza de una crisis mayor o la promesa de participación en el botín de las privatizaciones.
Desde una perspectiva de izquierda, el escenario congresual no es una victoria, sino una advertencia. El hecho de que la ultraderecha deba pactar con la derecha tradicional abre una ventana para la organización y la movilización. El fracaso de Milei en obtener una mayoría absoluta significa que cada ley de ajuste deberá ser negociada, punto por punto.
Es en esta debilidad que la clase trabajadora y los sectores populares deben encontrar su fuerza. El Congreso será una trinchera, pero la verdadera batalla por detener el plan de Milei se dará en las calles, en los sindicatos y en las organizaciones sociales. La bancada de la Izquierda no tiene números para detener las leyes, pero sí la voz para denunciar la alianza reaccionaria y llamar a la resistencia extraparlamentaria contra el ajuste que se avecina.
La "victoria" de LLA es agridulce: ganó la Presidencia, pero el plan de la derecha solo se impondrá si la clase trabajadora no se levanta para enfrentar a la totalidad de sus enemigos en el Congreso y la Casa Rosada.

