ATE le marca la cancha a la CGT: Paro Nacional y Movilización en Defensa de CFK
En un movimiento audaz que ha sacudido el tablero sindical y político, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) ha tomado la delantera, anunciando un paro nacional para este miércoles en rechazo al fallo judicial contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK). La decisión de ATE, comunicada por su secretario general Rodolfo Aguiar, no solo sienta un precedente, sino que también pone en aprietos a la Confederación General del Trabajo (CGT), que hasta el momento ha mantenido un silencio que muchos califican de cómplice.
Redaccion
La rapidez con la que ATE ha reaccionado contrasta fuertemente con la postura cautelosa y, para muchos, demorada de la cúpula de la CGT. Mientras los burócratas cegetistas parecen debatir los alcances y las consecuencias de una medida de fuerza, el gremio estatal ha demostrado una agilidad y una convicción que lo posicionan a la vanguardia de la resistencia popular. Aguiar no dudó en convocar a la acción directa, en lo que es claramente un intento de presionar a la central obrera para que abandone su letargo y se ponga al frente de la defensa de la democracia y los derechos laborales, que consideran atacados.
El paro de ATE, que busca paralizar las actividades en todo el sector público, coincidirá con la masiva movilización convocada bajo el lema “Argentina con Cristina”, que tendrá lugar el mismo miércoles. Ese día, la expresidenta deberá presentarse en Tribunales, en un acto que para sus seguidores representa la consumación de una persecución política y judicial sin precedentes. La sincronización de ambas acciones busca maximizar el impacto y enviar un mensaje contundente al gobierno y a los poderes fácticos.
La decisión de ATE no es solo un gesto de solidaridad con CFK, sino que representa un profundo rechazo a la judicialización de la política, una estrategia que, según denuncian desde la izquierda y el campo popular, busca proscribir a líderes populares y desmovilizar a las masas. Para ATE, el fallo contra la ex presidenta es un eslabón más en una cadena de operaciones mediáticas y judiciales que buscan disciplinar a aquellos que se atreven a desafiar el poder establecido y a defender los intereses de las grandes mayorías.
Este paro nacional se perfila como un termómetro de la capacidad de movilización del campo popular en un contexto de ofensiva neoliberal y de creciente criminalización de la protesta social. La pelota está ahora del lado de la CGT: ¿se sumará al llamado de ATE y demostrará que está a la altura de las circunstancias, o se mantendrá en su tibia posición, arriesgándose a perder la legitimidad y el liderazgo frente a una base trabajadora cada vez más impaciente y combativa? El miércoles será un día clave para definir el pulso de la resistencia en Argentina.
