La Hipocresía del Imperio: Trump Vuelve a Usar a Venezuela como Peón Geopolítico
Prensa
La Hipocresía del Imperio: Trump Vuelve a Usar a Venezuela como Peón Geopolítico
El presidente estadounidense Donald Trump ha vuelto a inmiscuirse en los asuntos internos de América Latina, afirmando con su habitual grandilocuencia que el dictador venezolano Nicolás Maduro tiene los días contados. Esta declaración, vertida en una entrevista con el medio CBS, no es una profecía, sino la confirmación de que Venezuela sigue siendo un peón clave en la agenda geopolítica imperial de Washington, sin importar quién ocupe la Casa Blanca.
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El Discurso del "Cambio de Régimen" y la Agenda de la Derecha
Al responder "Diría que sí. Creo que sí" a la pregunta sobre el futuro de Maduro, Trump no está expresando preocupación genuina por la democracia o el bienestar del pueblo venezolano, sino reafirmando la doctrina de la intromisión y el cambio de régimen que ha marcado la política exterior estadounidense durante décadas.
El discurso de Trump, aunque pueda parecer un ataque directo a un gobierno autoritario, debe ser analizado desde una perspectiva de izquierda y antiimperialista:
• Intereses Geopolíticos: Para Washington, Venezuela representa no solo un desafío ideológico a su hegemonía regional, sino también el control de la mayor reserva de petróleo del mundo. La crisis humanitaria, aunque real y grave, es instrumentalizada para justificar la aplicación de sanciones económicas criminales que, en la práctica, castigan a la población mientras dejan intacta la cúpula del poder.
• Doble Estándar Moral: La preocupación de Trump por la dictadura venezolana contrasta de forma escandalosa con su histórica complicidad y amistad con regímenes autoritarios de ultraderecha en otras partes del mundo. La condena selectiva solo demuestra que el único criterio para la "democracia" de Washington es la alineación incondicional con sus intereses económicos y militares.
• Capital Político Interno: En el contexto electoral estadounidense, el discurso antichavista es una herramienta para movilizar el voto de la derecha dura, especialmente en estados clave con fuerte presencia de comunidades de exiliados de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Es un golpe de efecto que poco tiene que ver con una estrategia de política exterior coherente.
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El Pueblo Venezolano como Víctima de Dos Extremos
Desde una perspectiva crítica, el problema de Venezuela no se resolverá con amenazas imperiales ni con la connivencia de un régimen que ha traicionado los ideales bolivarianos y sumido al país en una catástrofe económica y social.
El pueblo venezolano se encuentra atrapado entre dos fuegos:
1. El Autoritarismo de Maduro: Un régimen que ha cooptado las instituciones, reprimido la disidencia y fracasado en garantizar las condiciones mínimas de vida.
2. La Intervención Extranjera: Las sanciones y la amenaza constante de intervención de EE. UU. (ya sea bajo Trump o cualquier otro presidente) solo cierran las vías de negociación interna y endurecen la postura del gobierno, facilitando que este use el "asedio imperial" como excusa para su propia ineficacia y represión.
La verdadera solución para la clase trabajadora y los sectores populares en Venezuela no vendrá de la mano de un magnate estadounidense. Requiere la construcción de una alternativa popular, autónoma y soberana que luche por la recuperación de la democracia, la soberanía económica y la justicia social, libre tanto de la bota dictatorial interna como de la injerencia imperial.
